Hoy me gustaría contarle una anécdota-historia que me contaron no hace mucho y que en el fondo me conmovió mucho.
Hace pocos días fue el cumpleaños de un chico, pero este cumpleaños iba a ser muy distinto a todos los anteriores debido a la situación económica de la familia.
Desde que empezó esta situación él gastaba lo mínimo, rechazaba ir a todas las fiestas o viajes, no se compraba ni una simple botella de agua en la calle o incluso no iba a la peluquería a pesar de lo largo que tenía el pelo, por el apuro que le daba de gastar el dinero en cosas que no eran importantes para él. No se gastaba nada en ocio y como mucho gastaba 2€ al mes.
Además de esto, le pidió a sus padres que no le regalaran nada por su cumpleaños porque conocía perfectamente la situación y que a él no le importaba no recibir nada.
Pasaron los días hasta que llegó su cumpleaños, el se levantó como un día normal y sus padres lo felicitaron. Al poco rato de salir sus padres de su habitación, entraron de nuevo de nuevo, pero esta vez con un regalo.
El regalo era unos cascos de 2€ de los chinos y un billete de 10€, cuando lo abrió empezó a llorar y decía que no hacía falta que le hubiesen regalado nada, a pesar de que llevaba casi 5 meses usando unos cascos rotos.
Respecto al dinero, estuvo insistiendo en que se lo quedara sus padres porque él no lo necesitaba, pero sus padres le decían que era para él por si lo necesitaba, así que lo tuvo que aceptar. Después por la tarde cuando sus padres estaban en el salón, se fue a la cocina y puso de nuevo el billete de 10€ en la cartera del padre.
Para él fue el mejor cumpleaños de su vida, no por el regalo, sino por el detalle que tuvieron sus padres con él a pesar de la situación que estaban pasando.
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